Huérfana y sin apoyo, María Castro vive con su tío hasta que, arruinado, la entrega al acreedor Miguel Ruiz. Él necesita casarse por presión familiar, pero María sorprende: conquista a los Ruiz y acepta con Miguel un matrimonio por un año que pronto comienza a transformarse en algo más.
Celeste Yáñez pierde la voz y el oído por los abusos de su madrastra. Años después, decide usar su boda con Javier Herrera, heredero al que creen loco, para tomar venganza y recuperar lo que le arrebataron. Pero no se imagina que él es el hombre al que una vez salvó, y que jamás se olvidó de ella.